Tumbada en la cama sólo veo tu
dedo. Parte de esa mano que hasta en fotos me deshace.
Y lo que da de sí tu dedo. El mismo que ahora me señala al
perchero...
Me levanto completamente desnuda,
cojo el pañuelo negro, me lo ato a la cabeza tapandome los ojos. Bien, no veo
nada.
Me pongo en la cama, que está a
nivel del suelo. Caigo deliberadamente de rodillas. Así, tiesa, erguida. Me
quedo quieta.
Y... tu dedo busca en mi pelo. Es
lo único que siento. No quiero ni respirar. Despacio se mete entre los mechones
y presiona suave mi cabeza. Hace caminitos. Suficiente para erizarme el vello.
Hago la
cabeza hacia atrás. Estás de pie, atrás, y el dedo resbala hacia mi frente,
nariz, boca... Se mete dentro, lo succiono.
Juega,
busca, entra y sale. Sé que te pone mucho follarme la boca con el dedo. Intento
atraparlo pero se escapa.
Entonces me coges las manos por
detrás y las atas con otro pañuelo. Abro las piernas para mantener el
equilibrio.Hay movimiento. Me pierdo un poco.
Te oigo ahora delante de mi, te
arrodillas justo enfrente. Puedo sentir tu respiración. No hablamos. Mis
pezones se ponen alerta y parece que han llamado tu atención. Basta un roce
mínimo para poner en guardia mi cuerpo entero.
Sin
visión es infinítamente más intenso ser tu juguete.
El dedito
comienza a pelearse con el pezón, lo intenta mover de su sitio pero... sólo
consigue que yo me moje, me hinche abajito y me cueste estarme quieta... Uffff, ahora dibuja una línea
imaginaria hasta el otro pecho y empieza a rodear al pezoncito izquierdo.
Todo mi mundo se reduce al
movimiento de tu índice.
Me esfuerzo por averiguar que hará
después...
Sube a la boca despacio buscando
refrescarse, lo lleno de babas, alivio su sed... y bañado vuelve a las
puntas de mis tetas...primero una, después otra.
Está muy húmedo y los calambres
de gusto que llegan a mi coño son brutales.
Agacho la
cabeza y escupo en mi escote de forma que noto la gota de saliva bajando a la
vez que tu la interceptas y la extiendes por toda la areola.
Me sale la risa tonta... Shhhhhhhhh... me dices. Sé que miras mis labios.
Me los muerdo. Al llevar las manos atadas me arqueo más. Saco las tetas. Y tú
acercas tu boca y acompañas al dedo con tu aliento.
Intento aguantar... es muy difícil
no moverme.
Continúas el viaje hacia el ombligo
y se me pone la tripa como una piedra. Te paras, sigues, te paras, sigues. Cabrón... digo muy bajito. Casi sin fuerzas. Me
tapas la boca con la otra mano, suave. Y sigues bajando hasta chocar con los
rizos del pelo del pubis. Siento que me mareo un poco.
Rascas,
investigas, te enredas, te recreas...noto cada milímetro de mi sexo pendiente
de tu dedo. Te agachas, sigues al dedo con tu respiración caliente y la que
hierve soy yo...
Concentrada en no caer, mi cuerpo entero se centra en el
recorrido de la yema de tu jodido dedo que
remolonea alrededor del clítoris porque sabe que lo esperan, porque sabe que
este chochito chorrea por él.
Inesperadamente tu lengua toca de
refilón mi teta y no puedo más. No puedo... Sí
que puedes me dices. Shhhhhhhh... Y
me vuelves a tapar la boquita. Y aprovechan tus otros dedos para abordar mi
boca y yo desesperada me los como, los babeo enteros.
Mientras el dedo mágico está casi
saludando a mi botón de placer extremo... Que está rendido y crece por
momentos... Cuando por fin lo tocas solo puedo pensar que puedes hacer conmigo
lo que te dé la gana.
No veo
nada, estoy atada, me vas a volver loca. De hecho, ya lo estoy. Devorando tu
otra mano como una perra hambrienta. Me duele el sexo de lo hinchado que está.
Te suplico, no sé para qué....como posesa me sale un Por favor...
Shhhhhhhhh... espera, aguanta...me dices
despacio. Mi respiración está entrecortada, agitadísima. sólo me guían los
pinchazos que van de mi coño al cerebro. Mi cuerpo es de plastilina. Mis
piernas de mantequilla. Mi tripa se deshace. Aprieto el culo... que también
sale hacia fuera. Joder, aquí va cada uno por su cuenta. No puedo controlar
nada...
Te paras. Te vas de mi. ¿¿Qué haces?? Estoy sola, de repente. No me tocas. ¿¿Dónde estás??
Te has dado la vuelta. Otra vez
detrás... Estoy nerviosa. Muy cachonda. Demasiado alterada.
Me estás desatando las manos. No sé
qué vas a hacer. Apóyate, me dices al oído. Y según me lo dices
creo morirme del gusto.... Sí, atino a decir. Me quedo a cuatro
patas. Descanso.
Sigues detrás.
Te regalo mi culo.
En pompa. Perfecto. Redondo. Sé que la tienes dura. Sé que te estás tocando.
Yo sigo con la cabeza levantada
buscando en el aire tu olor como ciega. Abandonada a tu suerte.
Y tu suerte dice que ahora me
escupes tú en el culo. Certéramente cae en el agujero. Me sacude entera la
gota. Lo aprieto más. Vuelves a hacerlo. Y tu dedo lo esparce muy
suavito.
Hace pequeñísimos círculos y baja
buscando otra entrada hasta encontrarla...
Me agacho hasta apoyar mi cabeza en
el colchón para centrarme sólo en tu dedo y mi vagina.
Tan mojada ella que cuando entra,
el dedito parece que va solo. Dentro, fuera, dentro, fuera. Yo intento
aprisionarlo, lo quiero para mi sola ahí adentro, atrapado.
Te paras otra vez para volver a
echar saliva, esta vez en tu dedo porque no noto nada.
En la oscuridad del pañuelo que
llevo en los ojos imagino lo que ves: mi
culazo abierto emanando olores de celo puro, empapado el coño en el centro y tu
dedo lleno de flujo y de babas paseándose a su voluntad ... tu maravilloso dedo
visitándolo, tocándolo por dentro, reventándolo del calentón.... Reconociendo cada rincón, cada
pelito, cada trocito de carne...Puro porno es lo que
ves... Desquiciándome sin
hacer apenas nada, recreándote en todos los detalles. Regalada a ti,
dependiendo por completo de tu imaginación... Se me antoja lo más erótico del
mundo...
Veo nítidamente tu índice porque lo conozco tanto como él a mi....
En esas has dejado el dedo quieto, apuntando y yo soy la que se mueve
follándoselo. Me tienes agarrada por la nalga y sigues el vaivén. Quitas la
mano. No se qué haces. Ni me entero porque estoy tan caliente que no pienso.
Sólo follo, sólo sexo, sólo dedo, sólo coño... Culo en pompa de adelante a atrás,
y así una y otra vez... Puedo ver el pelito lleno de flujos. Tú jugueteas por
fuera despistándome... y vuelves a meter y sacar. No paras. No pares...
Meto mi mano bajo mi cuerpo para tocarme yo mientras tanto. No veo nada y las sensaciones se multiplican
por mil. Únicamente pensar en cómo nos veremos desde fuera, pensar en el
pañuelo atado tapándome los ojos, en mi postura, en ti detrás, muy cerdo,
relamiéndote, disfrutando, controlándolo todo, uffffff
Ya estoy masajeando mi clítoris cuando me agarras otra vez, ahora
con las dos manos y siento que me atraviesas... Ahogo un grito. Tu polla inmensa y rica está dentro, hasta
el fondo. Dura, gorda, deliciosa, tremenda...y me está jodiendo bien, muy
bien...
Y yo tocándome... Sí, sí, sí, fóllame, fóllame, ... Y ahora tú tampoco puedes pensar porque te reventaba la polla por
meterse en el agujero y ya está, ya lo has hecho y eres un animal que no
piensa, sólo siente el gustazo. Sujetas el culo firmemente y sientes el calor,
el hueco hirviendo... y sólo puedes decir: Córrete en mi polla... Córrete en mi polla...
Y yo al oirlo me voy completamente, me corro, me dejo, me reboso,
me vienen todas las sacudidas a la vez y te aprieto el rabo tan fuerte que casi
te corres tú.
Como un trapo me quedo tirada...Quiero tu leche, dámela... te suplico...
Me das la vuelta, me quedo tumbada boca arriba, abierta y vencida.
Exhausta e hinchada. Te acercas de rodillas a mi boca. Te la mueves rapidísimo.
Me caen gotitas de sudor de tu frente a mi cara, a mi boca. Las saboreo,
joder... ¡Ya! ¡Oh! Y tu leche se mezcla con el sudor y mi cara
se llena de tu semen y vuelvo a pensar que tenemos lo que muchos sueñan,
mmmmmm, y en que estás muy bueno, y en el trozo de tela negro manchado, y me
río...
Me quitas el pañuelo subiéndolo por la cabeza y me besas tan
profundo que se todos los sabores se vuelven uno, bueno dos: tú y yo...
Y de golpe verte la cara y verme a mi, abrazarnos....
Me molesta la luz un poco, cierro los ojos y busco tu mano... Cuando la encuentro la llevo
a mi boca, pero entera no... sólo el dedo, ese dedo cachondo que me ha vuelto
loca y al que chupo devotamente agradeciéndole este orgasmo infinito.
Y revolvemos la cama hasta las tantas en un trance contínuo y nos
comemos enteros, nos chupamos, nos besamos hasta que caemos muertos.... Y
repito todo el rato que te quiero, cabrón, te quiero mucho...
Y toda la mañana del día siguiente con esa sonrisa idiota, claro.
Y a ratos cerrando los ojos... ;)
Dios, este ha sido el sumum.
ResponderEliminarLa mejor crítica que he tenido en los relatos fue en este, y ahora la tuya. Gracias!
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